Observación libre en la guardería

Aplicar correctamente la observación no estructurada. Aprende los fundamentos, la ejecución y la documentación imparcial para tus prácticas y el día a día en la guardería.

GESTIÓN

5/21/20259 min leer

Comprender la observación libre en la guardería.
Comprender la observación libre en la guardería.

La observación libre, también conocida como observación no estructurada, es una herramienta fundamental en el día a día de los educadores en las guarderías. A diferencia de las observaciones estructuradas, en las que se presta atención a comportamientos o situaciones específicos, la observación libre es más abierta y flexible. Permite observar a los niños en su entorno natural y en situaciones espontáneas, sin criterios preestablecidos. Para los futuros educadores, es esencial comprender este método y aplicarlo de manera eficaz para obtener una visión global de cada niño y acompañar su desarrollo individual de la mejor manera posible.

¿Qué es la observación libre?

La observación libre consiste en acompañar atentamente a los niños mientras juegan, interactúan con otros niños o adultos y en situaciones cotidianas. No hay que tener en mente listas de control o formularios de observación que cumplir. En su lugar, hay que dejarse guiar por lo que los niños están haciendo y cómo se comportan. El objetivo es recopilar impresiones lo más imparciales posible y luego reflexionar sobre ellas. Es una forma de «dejarse llevar» en la observación, en la que se está abierto a todo lo que sucede, como un detective que recopila pistas sin saber aún cuál será el resultado final.

¿Por qué es importante la observación libre?

La observación libre es una herramienta indispensable en el trabajo pedagógico, ya que ofrece una serie de ventajas decisivas. En primer lugar, permite obtener una imagen global del niño, ya que va más allá de las impresiones superficiales y recoge de forma exhaustiva sus puntos fuertes, intereses, retos y necesidades. De este modo, se pueden identificar, por ejemplo, sus juegos preferidos, su forma de afrontar los conflictos, los roles sociales que asume o sus talentos especiales. Se trata de captar al niño en toda su personalidad y no solo en aspectos concretos. Otra ventaja es la detección temprana de las etapas de desarrollo individuales. Mediante una observación precisa, se pueden registrar los progresos en el desarrollo del lenguaje o en el ámbito motor, que podrían haberse pasado por alto con una mera observación estructural. Esto permite identificar a tiempo los riesgos de desarrollo y, en caso necesario, poner en marcha las ayudas adecuadas.

A partir de estos conocimientos, se pueden desarrollar ofertas orientadas a las necesidades. Si, por ejemplo, se observa un gran interés por la construcción en muchos niños, se pueden ofrecer materiales e impulsos específicos en este ámbito o iniciar proyectos correspondientes. Esto garantiza que las ofertas pedagógicas se adapten de forma óptima a las necesidades e intereses actuales de los niños.

Además, la observación libre constituye una base importante para las conversaciones con los padres. Mediante ejemplos concretos y objetivos de etapas de desarrollo o comportamientos, la comunicación con los padres se vuelve más transparente, comprensible y constructiva. Esto genera confianza y fomenta una colaboración basada en la cooperación. Por último, la observación de los niños en diferentes situaciones también permite reflexionar sobre el propio papel pedagógico. Ayuda a revisar las propias acciones y reacciones ante determinados comportamientos y a reflexionar sobre cómo se puede apoyar mejor el juego de los niños sin dominarlo. De este modo, la observación libre contribuye de manera significativa a la revisión y el desarrollo de la propia actitud profesional.

Realización correcta de la observación libre

La realización de la observación libre requiere práctica y una actitud consciente para poder aprovechar al máximo sus ventajas. En primer lugar, es fundamental adoptar la actitud correcta: hay que tener una actitud curiosa y abierta, dejar de lado las propias expectativas, prejuicios o valoraciones rápidas y comprometerse plenamente con el niño. El niño es el centro de atención, mientras se le escucha y se le observa con atención. Además, es importante tomarse tiempo y crear espacio. La observación libre no se puede realizar «de paso». Se deben planificar conscientemente momentos en los que poder retirarse y observar sin intervenir directamente en lo que está sucediendo. Esto puede hacerse durante el juego libre, durante la comida, en el círculo matutino o en el patio de recreo. Puede ser útil disponer de un lugar fijo de observación que ofrezca una buena visión general.

Un elemento central es permanecer pasivo y no intervenir. Durante la observación, se debe permanecer lo más pasivo posible y no intervenir inmediatamente cuando surgen pequeños conflictos o un niño tiene dificultades. A menudo, los niños resuelven sus problemas por sí mismos o desarrollan nuevas estrategias que de otro modo no se podrían observar. Por supuesto, aquí se requiere tacto; las excepciones se aplican cuando hay peligro inminente o el niño indica claramente que necesita ayuda.

También es esencial centrarse en el niño. Concéntrese en uno o pocos niños a la vez para no diluir las observaciones. Preste atención a las expresiones faciales, los gestos, la postura corporal y la comunicación verbal y no verbal. ¿Cómo se mueve el niño? ¿Cómo suena su voz? ¿Qué expresa su mirada? Aunque no hay formularios fijos, es útil tomar notas. Durante la observación o inmediatamente después, se puede anotar lo que se ha visto con palabras clave, pequeños bocetos o citas textuales. Es importante formular las notas sin valoraciones. Describa lo que ve y oye, no lo que interpreta. Un ejemplo de ello sería: en lugar de «Max es agresivo», se debería anotar: «Max le arrebató el juguete al niño y gritó: «¡Es mío!»».

Para obtener una imagen clara y diferenciada del desarrollo infantil, es fundamental la regularidad. Integre la observación libre en la rutina diaria de la guardería. Solo mediante la observación regular durante un periodo de tiempo prolongado se pueden percibir los cambios.

El sentido más profundo de esta tarea práctica es que los alumnos desarrollen la capacidad de percibir a los niños de forma integral y específica. Aprenden a interpretar de forma profesional las impresiones recopiladas para determinar los intereses individuales y el potencial de desarrollo de cada niño.

Por último, la reflexión y el intercambio tras la observación son de gran importancia. Piense: ¿qué ha visto? ¿Qué significa eso para el niño? ¿Qué preguntas le surgen a usted? ¿Cómo puede apoyar al niño basándose en sus observaciones? Intercambie también sus observaciones con sus compañeros. Cuatro ojos suelen ver más que dos, y las diferentes perspectivas pueden ser muy enriquecedoras. Esto puede hacerse en una reunión de equipo o en supervisiones.

Documentación correcta de la observación libre

Para documentar correctamente la observación libre, hay que tener en cuenta algunos puntos esenciales. La documentación sirve para registrar las impresiones recopiladas, hacerlas comprensibles y utilizarlas como base para otros pasos pedagógicos. Una documentación estructurada te ayuda a mantener una visión general y a utilizar tus observaciones de forma profesional.

Datos básicos de la observación

  • Fecha y hora: Anota siempre cuándo tuvo lugar exactamente la observación y cuánto tiempo duró (por ejemplo, «21/05/2025, 10:15-10:30»).

  • Lugar de la observación: Anota dónde tuvo lugar la observación (por ejemplo, «rincón de construcción», «jardín, arenero», «zona de comedor»). El espacio puede influir en el comportamiento.

  • Personas involucradas: ¿Quién más participó en la situación? Otros niños (si es posible, con sus nombres), adultos, ¿quiénes exactamente? ¿Cuál fue su papel?

Descripción de lo sucedido (¡sin valoraciones!)

Esta es la parte fundamental de la documentación. Describe de forma precisa y objetiva lo que has visto y oído, sin interpretarlo ni valorarlo. Limítate a los hechos.

  • Ejemplo (malo – interpretación): «Anna es tímida y juega sola».

  • Ejemplo (bueno – descripción): «Anna estaba sentada sola en la zona de lectura y hojeaba un libro ilustrado. Miró varias veces al grupo de niños que jugaban en la zona de construcción, pero no se acercó. Su postura era ligeramente inclinada hacia delante y su mirada dirigida al suelo».

  • Presta atención a los detalles: ¿Qué palabras se utilizaron? ¿Cómo era la mímica (expresión facial)? ¿Qué gestos y movimientos corporales se realizaron?

  • Las citas textuales pueden ser muy reveladoras y dar vida a la situación: («¡No puedo!», murmuró Tim en voz baja cuando la torre que había construido se derrumbó. Miró al suelo frustrado).

Preguntas/hipótesis propias

A partir de tus observaciones pueden surgir preguntas. Puedes anotarlas aquí. Sirven como punto de partida para más observaciones o conversaciones. (Por ejemplo: «¿Por qué Max siempre evita los bloques de construcción? ¿Es porque le interesan poco o porque tiene dificultades motoras?», «¿Lena también muestra tanta perseverancia y concentración en otras situaciones?»).

Conclusiones pedagógicas/Próximos pasos

Esta es la parte más importante para tu trabajo posterior. ¿Qué significan las observaciones para el fomento y el acompañamiento individual del niño?

  • ¿Qué necesidades del niño se han puesto de manifiesto (por ejemplo, seguridad, autonomía, pertenencia, reconocimiento)?

  • ¿Qué puntos fuertes del niño has identificado que te gustaría fomentar o desarrollar?

  • ¿Hay alguna particularidad que requiera una observación más detallada o que pueda dar lugar a una conversación con los padres?

  • ¿Qué materiales o estímulos podrías ofrecer para apoyar al niño en su desarrollo?

  • ¿Qué cambios en el espacio, en la rutina diaria o en tu propia interacción podrían ser útiles?

Ejemplo: «Anna necesita más apoyo para establecer contacto con otros niños. La semana que viene la invitaré específicamente a participar en un juego cooperativo con otros dos niños y reforzaré positivamente sus primeras interacciones».

Fecha de la documentación y firma

Esto es importante para la trazabilidad y la responsabilidad.

Formatos para la documentación

No hay normas fijas para la documentación de la observación libre. Puedes utilizar un simple cuaderno, documentos de texto digitales (por ejemplo, Word, OneNote) o incluso hojas de observación especialmente diseñadas para este fin, pero que dejen suficiente espacio para tomar notas libremente. Algunas guarderías también utilizan sistemas de portafolios digitales. Es importante que la documentación sea clara, fácil de encontrar y utilizar para ti y, en su caso, para tu equipo, y que se respeten las normas de protección de datos. Las observaciones deben tratarse siempre de forma confidencial.

Tarea práctica frecuente durante la formación de educadores

En la formación de educadores, la tarea de la observación libre suele realizarse en relación con la primera visita práctica. Por lo tanto, debéis realizar tres observaciones libres y, basándoos en ellas, planificar una actividad adecuada o un impulso para el juego libre. La tarea suele ser la siguiente:

En el marco de su fase práctica, realice tres observaciones libres, cada una de ellas con una duración de entre 3 y 5 minutos. Concéntrese en el mismo niño, pero en diferentes situaciones (por ejemplo, en el juego libre, en el jardín, en el gimnasio o en la mesa de dibujo). Elija momentos en los que el niño parezca concentrado y comprometido. Elabore un informe detallado de cada observación.

Seguimiento (en casa): Transcriba sus informes manuscritos al ordenador y complete la columna de interpretaciones.

Entrega: Envíe los tres informes de observación completos a más tardar el 21 de mayo de 2021 (o al menos una semana antes de su visita práctica) como documento PDF por correo electrónico. Esta tarea sirve como prueba de rendimiento en BHF.

Nota importante: envíe los informes junto con su preparación escrita para la visita a la consulta también a su profesor de prácticas.

Consejos e información útil

Para que la observación libre sea un éxito, hay algunos consejos útiles e información importante que debe tener en cuenta. En primer lugar, es fundamental asumir el papel de «observador invisible». Intente comportarse de la forma más discreta posible, ya que los niños suelen cambiar su comportamiento natural cuando se dan cuenta de que están siendo observados intensamente. Busque un lugar desde el que pueda ver bien sin estar en el centro de la acción ni mirar fijamente. Los bordes de la sala suelen ser adecuados para ello.

Además, es importante tener siempre en cuenta el contexto del comportamiento observado. Cada comportamiento tiene lugar en un marco determinado. ¿El niño estaba cansado, hambriento o nervioso? ¿Había tenido una discusión con otro niño o acababan de elogiarlo? ¿Se había producido alguna situación inusual en la guardería o en casa? El contexto le ayudará a comprender mejor el comportamiento y a no juzgarlo precipitadamente.

Otro aspecto importante es la percepción consciente de los comportamientos positivos y los recursos. Es fácil centrarse en los comportamientos «problemáticos» o «llamativos». Sin embargo, practique la percepción y el registro conscientes de las fortalezas, los intereses, los talentos y las interacciones positivas de los niños. Esto refuerza las competencias de los niños y le proporciona valiosos puntos de partida para el refuerzo positivo. Para garantizar una observación concentrada, debe evitar las distracciones. Silencie su teléfono móvil y resista la tentación de distraerse con otras cosas mientras observa. Concéntrese por completo en lo que está sucediendo.

Después de todo, una buena observación requiere paciencia. Los niños se desarrollan a su propio ritmo y, a veces, los progresos son pequeños y sutiles. La capacidad de percibir incluso los cambios más pequeños es esencial para una observación precisa.

Resumen y conclusión

En resumen, se puede afirmar que la observación libre es mucho más que una simple tarea obligatoria. Para los futuros educadores, es la base para una comprensión profunda y auténtica de los niños con los que trabajan. No solo entrena la propia percepción y profesionalidad, sino que también permite acompañar a cada niño de forma individual en su desarrollo y ofrecerle el apoyo adecuado. Quien domina este método sienta las bases para una práctica pedagógica reflexiva y de alta calidad.

Aproveche la oportunidad de integrar conscientemente la observación libre en su formación y en su futura vida profesional: ¡se convertirá en una de sus herramientas más valiosas!