Diseño de aulas de jardín de infancia: Un espacio vital activo para los niños
Diseña tu guardería como un "tercer educador": Consejos para un concepto de aula activa y estimulante del aprendizaje que promueva el bienestar y los procesos de autoeducación.
GESTIÓN


Aspectos históricos del diseño de espacios
Según Wilk, para comprender el diseño pedagógico de los espacios en las guarderías, es fundamental analizar históricamente el desarrollo de la educación infantil en su conjunto. A lo largo de los siglos, muchas perspectivas sobre la infancia han cambiado. Los cambios políticos y sociales también han influido decisivamente en la primera infancia. La percepción que tienen los educadores sobre los niños ha evolucionado. Han surgido nuevos conceptos pedagógicos y la educación infantil se ha vuelto cada vez más compleja y académica.
En lo que respecta al diseño de espacios, es importante señalar que cada concepto pedagógico tiene requisitos específicos para el espacio. Esto es crucial, ya que demuestra claramente que es imposible un diseño de espacio homogéneo aplicable a todas las guarderías. Además, no debe olvidarse que el concepto pedagógico solo proporciona un marco básico para el funcionamiento de las guarderías. Es únicamente a través del concepto pedagógico específico de cada institución que un concepto adquiere relevancia práctica. Por lo tanto, estos aspectos históricos deben tenerse siempre presentes al diseñar espacios. (cf. Wilk, pp. 17–54)
Stephanie Gebert comparte una perspectiva similar sobre los aspectos históricos. Sin embargo, a diferencia de Wilk, profundiza en el estudio de la guardería familiar. Desde su punto de vista, descuidar este espacio conlleva una comprensión significativamente limitada del desarrollo en la primera infancia. (cf. Rekus y Gebert 2021, pp. 21–30)
En mi opinión, esto resulta particularmente comprensible y preciso al considerar el pasado. Antiguamente, el cuidado infantil para menores de tres años estaba poco desarrollado. Por lo tanto, en aquellos años, la educación y el desarrollo se llevaban a cabo en el hogar durante un período más prolongado, lo que incrementó la influencia de los espacios privados y la guardería familiar en el desarrollo infantil.
El diseño pedagógico de los espacios
Así pues, tanto históricamente como en la actualidad, el diseño de los espacios desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la primera infancia. Pero ¿qué significan exactamente los términos «espacio» y «diseño pedagógico de los espacios», dado que hablamos constantemente de espacios en la vida cotidiana? Para nosotros, una habitación suele ser un espacio autónomo que se puede medir de pared a pared y, por lo tanto, explicar matemática y físicamente (cf. Stieve y Schüllenbach-Bülow 2016, pp. 21-22).
Además, atribuimos funciones a la habitación. En la cocina, cocinamos y almacenamos alimentos. En la sala de estar, se desarrolla la vida familiar y social. Esto también se aplica a las habitaciones de las guarderías. Sin embargo, debemos considerar que los diferentes conceptos tienen efectos diversos en la arquitectura y, por ende, influyen en el diseño de la habitación. Asimismo, existen espacios internos (como las habitaciones de las guarderías) y externos (como el patio delantero o el jardín) que están sujetos a planificación y diseño espacial.
Diseño de Espacios
El diseño básico de las salas en las guarderías se basa, por un lado, en el concepto educativo correspondiente. El diseño interior de las salas también es crucial. Dependiendo de la sala y su función, debemos considerar diferentes requisitos. Se pueden identificar tres principios de diseño fundamentales:
Orientación
Estimulación
Facilitar el Bienestar
Estos se explicarán con más detalle mediante un ejemplo práctico:
Para promover el bienestar, se pueden utilizar revestimientos de suelo adecuados en diferentes salas. Por ejemplo, se podría colocar moqueta en la sala de grupo o en la sala de siesta. En la sala de actividades o en la entrada de una guardería, la moqueta sería contraproducente. En estos casos, son más adecuados materiales más frescos y duros como el linóleo o el caucho. El suelo también puede servir como guía. En centros inclusivos, suele encontrarse un sistema de señalización de alto contraste en el centro.
El color del revestimiento de suelo también influye en el bienestar. Interactúa con las paredes y el mobiliario. Las paredes definen los límites y proporcionan orientación. Esto también ayuda a los niños a desarrollar la percepción de la altura y la distancia. Las paredes se pueden pintar de diferentes colores para que combinen con la habitación.
Esto plantea la cuestión de qué son realmente los colores y cómo funcionan. En última instancia, el color no es más que un objeto que refleja la luz en una longitud de onda específica. Algunos objetos absorben más longitudes de onda, o ciertas longitudes de onda específicas, y, como resultado, solo se reflejan ciertas longitudes de onda. Esto crea diferentes colores, que cada persona percibe de manera diferente. La percepción del color siempre es una experiencia individual. En el diagrama número 6 del Apéndice se muestra una explicación más detallada sobre la selección de colores.
Además del suelo, el techo tiene un impacto significativo en la acústica de la sala, y el término "ruido" es especialmente relevante en este caso. Esto afecta al aprendizaje, la salud y el bienestar tanto de los niños como del personal. El nivel de ruido promedio en una guardería es de 60 a 70 decibelios. Este ruido se puede dividir generalmente en fuentes endógenas (niños, personal, ventiladores) y exógenas (calle, perros, aviones). Las medidas acústicas adecuadas pueden minimizar los niveles de ruido y, por lo tanto, mejorar la claridad de las conversaciones. El techo también sirve de soporte para las luminarias.
Al amueblar las aulas, deben tenerse en cuenta las características específicas de cada enfoque pedagógico. En los jardines de infancia Montessori, los materiales tienen lugares designados y deben ser siempre fácilmente accesibles para los niños. En los jardines de infancia en el bosque, el espacio se centra en el entorno natural. Sin embargo, incluso en estos, suelen existir espacios como caravanas o cabañas, amueblados con un estilo inspirado en la naturaleza. El diseño y el mobiliario de las aulas se manifiesta con mayor claridad en el enfoque Reggio Emilia, donde los propios espacios actúan como el "tercer educador".
La investigación se ha centrado cada vez más en el diseño de aulas en jardines de infancia. Se pueden identificar tres tipos de distribución espacial:
Estructura abierta: toda la sala es visible; las zonas de juego no están separadas.
Estructura visualmente restringida: el mobiliario se utiliza para dividir las zonas.
Estructura visualmente abierta: igual que la opción 2, pero con una visión completa gracias a un mobiliario más pequeño.
Las investigaciones han demostrado que los niños son más activos en espacios de estructura abierta y participan en actividades que requieren mayor movimiento. En espacios visualmente abiertos, los niños pueden usar separadores de ambientes para orientarse, lo que les permite moverse con mayor independencia por la guardería. Por lo tanto, una estructura visualmente abierta debe ser el objetivo, ya que facilita la elección de actividades y fomenta la autonomía.
Esta estructuración se puede lograr, por ejemplo, mediante las siguientes medidas:
Usar separadores de ambientes bajos.
Instalar armarios grandes en el perímetro.
Los elementos tapizados pueden usarse para delimitar espacios de forma sutil.
Usar colores según las áreas de juego o actividad para crear límites visuales.
Las marcas en el suelo son efectivas para los niños y pueden usarse para delimitar espacios.
Un área de juego o actividad debe tener capacidad para entre dos y cinco niños. Se recomienda un espacio de 5 a 10 metros cuadrados. Como regla general, los niños deben poder darse la vuelta con los brazos extendidos estando de pie y estirarse completamente estando acostados. (Véase Bauer et al., 2016, pp. 33-62).
Calidad y Espacio en la Educación Infantil
En pedagogía, el espacio sirve como elemento de apoyo para el concepto educativo y para el desarrollo del mismo. Sin embargo, esta importante perspectiva solo se considera parcialmente en la planificación actual. Esto se debe a que el director pedagógico suele ser contratado poco antes del inicio de las actividades, y el personal docente solo en el momento de la inauguración. En consecuencia, ni siquiera el futuro director del centro participa en el proceso de construcción, y el concepto pedagógico se desarrolla con los edificios existentes, es decir, con los espacios ya definidos. (cf. Wilk, pp. 95–97)
En mi opinión, esto genera varios problemas. Con condiciones espaciales fijas, los cambios posteriores solo pueden implementarse de forma limitada, y la influencia del personal se ve restringida. Esto puede tener efectos negativos en la práctica pedagógica diaria, por ejemplo, debido a la insatisfacción o a un concepto inadecuado.
Además, los espacios también influyen en la calidad de la educación infantil. Los espacios abarcan las categorías de calidad de orientación (por ejemplo, el espacio como un tercer educador/concepto) y de estructura (mobiliario de las salas). Los espacios mismos también influyen en la calidad de los procesos. Cuanto más se adapte un espacio a las necesidades específicas, mejor podrán los educadores comunicarse e interactuar con los niños, los padres y otros.
Otra influencia importante de los espacios en la calidad del cuidado infantil es la interacción entre los niños y los espacios mismos. Estos espacios representan objetos y entornos de aprendizaje que los niños pueden explorar. Esta interacción (espacio → niño) afecta tanto al (auto)desarrollo de cada niño como a la calidad de las interacciones entre los niños y entre los niños y los educadores. (cf. Wilk, pp. 100-101)
Justificación del área seleccionada
La habitación para dormir desempeña un papel fundamental en el cuidado infantil, especialmente para los niños pequeños. El descanso y el sueño son necesidades básicas, particularmente para los niños pequeños. Factores como un apego seguro y la confianza en el cuidador son cruciales en este sentido. Los educadores también deben poder participar de forma proactiva en interacciones prácticas e intensivas con los niños. Para algunos niños, el descanso es fundamental. En estos casos, los cuidadores deben ofrecer actividades de relajación adicionales adaptadas a sus necesidades. (cf. Kramer 2015, pp. 8–12)
Según la rutina diaria, después del almuerzo, los niños se reúnen en sus respectivos grupos para la siesta en la sala de siesta a partir de las 11:30 h. Sin embargo, no solo los más pequeños duermen la siesta allí. Gracias al concepto de Nikolauspflege y al enfoque inclusivo, los niños mayores también duermen la siesta en la sala. La sala de siesta es utilizada y supervisada por todos los grupos.
La transición del almuerzo a la siesta es muy importante para los niños. En este sentido, quisiera destacar los desafíos particulares que plantea la inclusión de niños con discapacidades físicas e intelectuales. En mi opinión, estas circunstancias implican que la sala de siesta en mi centro debe cumplir con altos estándares, los cuales actualmente no se cumplen.
Por este motivo, se eligió la sala de descanso como espacio para la remodelación prevista, y se analizó y rediseñó teóricamente en consecuencia.
Situación inicial del área seleccionada
Tras describir la importancia de la zona de descanso para los niños, me gustaría analizar la situación inicial de la zona de descanso ficticia que se creó rápidamente para este proyecto:
Cabe destacar que la habitación para dormir no se planificó ni amuebló originalmente como tal dentro del concepto general de la sala. Anteriormente, se diseñó y equipó como sala común para un grupo de niños de la guardería. Tras el traslado de este grupo a otras salas por falta de espacio, la habitación se adaptó como dormitorio, con todas las ventajas e inconvenientes que ello conlleva.
Una de las principales ventajas de esta habitación como dormitorio es su fácil acceso. Se encuentra en la misma planta que dos grupos de la guardería y da al jardín, en lugar de a la calle. Esto se traduce en un menor nivel de ruido y una mejor calidad del aire.
Desafortunadamente, la habitación no es adecuada como dormitorio debido a su función y mobiliario previos como sala común. Dispone de una pequeña cocina con electrodomésticos integrados. Esto distrae a los niños y genera mucho ruido, lo que la hace inutilizable. Además, todas las paredes están pintadas de blanco. Por un lado, la elección del blanco es comprensible, ya que los colores suponen un reto para los niños con discapacidad visual debido al bajo contraste. Por otro lado, como se mencionó al inicio de este informe, el color influye significativamente en el diseño de la habitación y, en última instancia, en el bienestar de los niños. También deben considerarse las necesidades de los niños sin discapacidad visual, y en lo que respecta al descanso y el sueño, todos los niños comparten necesidades similares: tranquilidad, comodidad y seguridad.
Otro problema son las ventanas grandes. Si bien se pueden oscurecer con persianas, su gran apertura resulta perjudicial para un dormitorio. El techo también es blanco y cuenta con grandes lámparas redondas que son demasiado grandes, creando una atmósfera incómoda. Desafortunadamente, estas lámparas no se pueden regular indefinidamente, por lo que la habitación está o demasiado iluminada o demasiado oscura. Además, el suelo también se considera inadecuado. El estampado y los colores son inquietantes y, por lo tanto, estimulan a los niños en lugar de ayudarlos a calmarse y conciliar el sueño. Los niños disponen de colchones de espuma azul para dormir. Les gustan mucho. Son muy suaves y, gracias a su diseño cerrado, les brindan una sensación de seguridad. Desafortunadamente, no hay otras opciones para que los niños descansen. Un piano no tiene cabida en un dormitorio y, además, distrae a los niños. El lavabo también resulta un elemento disruptivo, afectando negativamente su función como dormitorio.
La situación actual de la habitación es, por lo tanto, problemática. Tal como está, no satisface las necesidades básicas de los niños y, en consecuencia, contradice el propósito mismo de un dormitorio.
Sugerencias para la mejora del área seleccionada
Tras la introducción teórica y el análisis del dormitorio, podemos extraer algunas conclusiones prácticas para mejorar este espacio funcional. Las paredes deberían pintarse en un tono marrón berenjena, que transmite seguridad y tranquilidad. Sin embargo, también sería viable utilizar un tono de azul más oscuro. Este color transmite una sensación de confianza y confort a los niños. Dado que las camas infantiles ya son azul oscuro, en mi opinión, no se recomienda un color similar para las paredes.
Las numerosas lámparas de techo grandes y redondas no crean una atmósfera relajante y deberían sustituirse por varias lámparas de pared con forma de estrella o lámparas de techo con forma de nube. Estas últimas también están disponibles con marcos a juego, lo que resultaría ideal para un dormitorio.
Una combinación de lámparas de techo y una lámpara de pared como iluminación de acento también sería una opción viable. Esta medida haría que la habitación pareciera más tranquila y la luz más difusa. Otro aspecto positivo sería cambiar la temperatura de color (Kelvin). La temperatura se reduciría de los actuales aproximadamente 4500 Kelvin a 2500-3000 Kelvin. Esto también favorece la producción de melatonina en los niños, lo que a su vez tiene un efecto positivo en el sueño.
La cocineta debería eliminarse por completo. No tiene cabida en un dormitorio. Asimismo, se deberían retirar elementos como el piano, el lavabo y las camas infantiles sin usar. El espacio liberado podría utilizarse para crear zonas de descanso flexibles, como rincones acogedores, áreas de descanso y otros elementos similares.
Cada niño es diferente: los más pequeños quizás prefieran dormir en las camas, mientras que los mayores tal vez prefieran acurrucarse juntos en un área de descanso o encontrar las camas demasiado frías. Para ello, se podría utilizar una cesta con un colchón y una manta. En resumen, el dormitorio, como espacio funcional, ofrece a los niños la oportunidad de participar. El dormitorio requiere un mobiliario mínimo. Un mueble de almacenaje con cama nido sería útil. Este podría integrarse en el espacio entre el dormitorio y la sala común. Esto ayudará a mantener un ambiente limpio y tranquilo en el dormitorio. Una pequeña estantería para guardar documentos y suministros importantes sería útil en el centro de la pared izquierda. Los muebles de maderas naturales, como la haya sin tratar, serían adecuados para este fin.
Debido a su frescura y a su estimulante diseño, el suelo debería cubrirse con una alfombra grisácea. Los niños deberían poder moverse descalzos por el dormitorio. Esto favorece la comodidad al tumbarse y acurrucarse en la cama. Además, proporciona una sensación suave y cálida a sus pies. Una alfombra transmite calidez en comparación con un suelo desnudo. El color también tiene un efecto relajante y armoniza muy bien con el color de las paredes, evitando así la sobreestimulación visual y, por lo tanto, la hiperestimulación.
Desafortunadamente, las grandes ventanas no se pueden modificar sin realizar importantes obras. Sin embargo, dado que se trata de una consideración teórica destinada a crear el mejor ambiente posible para que los niños duerman, también se modificarán. Las ventanas grandes suelen ser ventajosas en una habitación compartida. Los niños reciben mucha luz natural y pueden percibir y observar su entorno. Sin embargo, estas ventanas no son adecuadas para un dormitorio. Los grandes ventanales generan mucha inquietud, dificultando el sueño. No proporcionan una sensación de seguridad ni de confort, impidiendo un descanso reparador. Por lo tanto, se recomienda sustituir el gran ventanal por dos ventanas arqueadas o redondas.



Estas ventanas deberían cubrirse con una cortina oscura con estampado de estrellas. Esta medida evitará que el gran ventanal desentone con el efecto general de la habitación.
Como medida adicional, los radiadores blancos podrían sustituirse por unos de color gris antracita.
Diseño de dormitorios en un futuro próximo
Naturalmente, la cuestión de cómo diseñar los dormitorios infantiles en un futuro próximo es fundamental. Me parece esencial combinar armoniosamente los métodos tradicionales con las ideas modernas. Un dormitorio no debería servir únicamente como lugar para dormir. Más bien, debería diseñarse de manera que algunos niños puedan retirarse a descansar tranquilamente sin molestar a los que ya duermen. Sería deseable crear zonas donde varios niños puedan relajarse juntos. Una guardería siempre debe tener en cuenta la necesidad de tranquilidad, incluso para los niños mayores, que quizá deseen retirarse a un rincón tranquilo con su mejor amigo.
Ahora echemos un vistazo a un dormitorio futurista:


Al fondo de la habitación se encuentran las zonas de descanso para los niños que necesitan dormir. Una puerta lateral a la derecha conduce a una habitación diseñada como un espacio tranquilo donde los niños pueden retirarse y relajarse. Ambas habitaciones son fácilmente accesibles por la entrada izquierda. Desde este punto, el cuidador tiene una vista clara de ambas habitaciones y, por lo tanto, puede garantizar una supervisión segura.
Este espacio tranquilo podría diseñarse de la siguiente manera:


Participación infantil
Ahora que se han recopilado y registrado las sugerencias de mejora, es hora de implementarlas. Los niños deben, de hecho, deben participar en este proceso y formar parte del equipo de construcción. El rediseño de la sala de siesta podría llevarse a cabo como un proyecto intergrupal para la guardería. Los niños podrían ayudar a vaciar la antigua sala. Durante las reformas, será necesario crear una sala de siesta provisional, y los niños también podrán opinar sobre ella.
Tras los cambios estructurales, como la modificación de la fachada y la retirada de la cocina y el fregadero por parte de contratistas profesionales, los niños pueden integrarse en las tareas restantes. Pueden ayudar con la limpieza y la colocación de la moqueta. También pueden colaborar pintando las paredes y colgando las cortinas. ¿Debería ubicarse la zona de descanso en la esquina derecha o izquierda? Esta cuestión podría abordarse, por ejemplo, en una reunión con los niños. De esta manera, los niños pueden aprender que ellos también pueden representar e implementar sus propios intereses.
Esto también plantea la cuestión de si la rutina de la hora de dormir debería analizarse y revisarse junto con los niños. Quizás los niños prefieran entrar todos juntos a la sala de siesta, en lugar de hacerlo uno por uno. Abrir y cerrar la puerta con frecuencia puede interrumpir aún más su descanso y sueño.
Todo el proyecto debe documentarse con fotografías y dibujos, creados en colaboración con los niños. Esto también podría involucrar a empresas especializadas, permitiendo que los niños aprendan sobre diferentes profesiones. Incluso podrían participar ayudando a mezclar o extender cemento. Los electricistas podrían explicarles la electricidad, los instaladores de ventanas el vidrio, y los educadores podrían incorporar estos temas en sus propios proyectos. En resumen, el proyecto de la sala de siesta de la guardería ofrece a los niños numerosas oportunidades de participación. La guardería simplemente necesita reconocer, aprovechar e implementar estas oportunidades.
Reflexión sobre la tarea
Al principio, esta tarea me pareció muy exigente y difícil. No tenía experiencia previa en la planificación espacial de guarderías, así que inicialmente me vi abrumada por una amplia gama de influencias e ideas. En clase, discutimos y analizamos muchos aspectos del diseño y la planificación espacial. Durante mi visita a la guardería, pude conectar el conocimiento teórico con la experiencia práctica y descubrir nuevas perspectivas.
Decidí centrarme en la sala de siesta de la guardería porque algunos niños se resistían mucho a dormirse y parecía totalmente inadecuada para ese fin. La sala se usa a diario y no satisface las necesidades básicas de los niños. Por lo tanto, era importante para mí examinarla y explorar posibles soluciones. Los fundamentos teóricos de la planificación espacial en guarderías confirmaron mis sospechas. Por consiguiente, vale la pena considerar cómo mejorar la sala de siesta como un espacio funcional.
Planificar e implementar teóricamente un nuevo concepto espacial fue un reto importante y una experiencia muy gratificante. Surgieron cada vez más ideas y posibilidades de diseño, y al final, me sorprendió la gran cantidad de maneras en que se puede transformar, positiva o negativamente, un espacio para niños. El impacto significativo de un área de descanso bien diseñada en el desarrollo infantil también me sorprendió.
Este proyecto me hizo darme cuenta de la poca atención que se presta a la planificación espacial, los conceptos espaciales y el diseño en el día a día de las guarderías. En mi opinión, también falta la participación de los niños en estos asuntos.
Este proyecto ha aumentado mi conciencia sobre estos temas y, en el futuro, prestaré mayor atención a considerar los espacios de las guarderías como áreas de vida activa para los niños y a diseñarlos junto con ellos.


