Adaptarse a la guardería: El modelo de Berlín explicado de forma sencilla

Una guía esencial para un inicio exitoso en la guardería. Aprende por qué el período de adaptación es tan importante, qué fases comprende y cómo afrontar la ansiedad por separación.

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9/29/20234 min leer

La entrada de su hijo/a a la guardería es un hito importante, tanto para su vida como para la de ustedes como padres. Esta fase de transición, a menudo llamada adaptación, es un periodo crucial en el que su hijo/a aprende a sentirse seguro/a y cómodo/a en el nuevo entorno.

Este artículo detallado les proporciona información completa y consejos prácticos para ayudarles a usted y a su hijo/a a que esta importante etapa sea lo más tranquila y positiva posible.

¿Qué significa adaptación?

La adaptación se refiere al proceso individual mediante el cual el niño/a se acostumbra gradualmente al nuevo entorno, a los cuidadores, a los demás niños y a la rutina diaria estructurada de la guardería.

Esto implica construir confianza emocional. El niño/a se separa de su cuidador principal y forma un nuevo vínculo seguro con los educadores. La duración de este proceso varía de un niño a otro y puede durar desde unos pocos días hasta varias semanas.

¿Por qué es tan importante la adaptación?

Seguridad emocional: Un proceso de adaptación suave y guiado permite que el niño/a construya confianza en los cuidadores y en el nuevo entorno.

Integración social: El niño aprende a integrarse en un grupo, a comprender las normas sociales, a hacer amigos y a desarrollar importantes habilidades sociales y de comunicación.

Reducción del estrés: Una transición estructurada y gradual minimiza el estrés y la ansiedad por separación del niño, y sienta las bases para una actitud positiva hacia la guardería.

El Modelo de Adaptación de Berlín

El Modelo de Adaptación de Berlín es un enfoque con base científica y uno de los modelos más conocidos en las guarderías alemanas. Ofrece un enfoque gradual y centrado en el niño.

Fase inicial (Días 1-3)

Un padre, madre o cuidador de confianza acompaña al niño a la guardería y permanece con él. El enfoque principal es la observación, el contacto inicial con el cuidador asignado y garantizar que el niño se sienta seguro y tranquilo. No se produce ninguna separación.

Primer intento de separación (después de aproximadamente 3 días)

El padre, la madre o el cuidador sale de la habitación por un breve periodo (unos minutos), pero permanece cerca. La reacción del niño determina la duración y las siguientes acciones.

Fase de estabilización (aproximadamente días 4-6)

La duración de la separación diaria se incrementa gradualmente, según el bienestar del niño. El cuidador asignado asume una mayor responsabilidad en el cuidado del niño.

Fase final (a partir de aproximadamente 1 semana)

El niño pasa el día en la guardería (casi) sin un padre, madre o cuidador. Sin embargo, un padre, madre o cuidador debe estar disponible en todo momento por si el niño requiere un apoyo más intensivo.

Nota importante: Estos plazos son solo orientativos. La guardería adaptará el plan individualmente para satisfacer las necesidades de su hijo.

Consejos para una adaptación exitosa

Su papel como padres es fundamental durante esta etapa.

  • La comunicación es clave: Hablen positivamente sobre la experiencia de su hijo/a en la guardería. Explíquenle, de forma apropiada para su edad, qué vivirá allí y quién lo/la cuidará. Lean libros sobre guarderías.

  • Constancia y fiabilidad: Mantengan una rutina constante durante el periodo de adaptación (por ejemplo, el mismo ritual de llegada y salida). Esto le brinda estabilidad y seguridad.

  • Sinceridad con el personal: Compartan toda la información relevante sobre las preferencias, miedos, hábitos (sueño, comidas, rituales) y experiencias previas de su hijo/a en la guardería. Esto permite al personal atender mejor sus necesidades individuales.

  • Despídanse con sinceridad: ¡Nunca se vayan a escondidas! Siempre digan "adiós", incluso si es difícil y su hijo/a llora. Un ritual de despedida claro es más genuino y refuerza su confianza en que regresarán.

  • Paciencia: Reduzcan la presión. Si bien algunos niños solo necesitan unos días, otros necesitan varias semanas. Planifique con anticipación y dedique suficiente tiempo (idealmente de 3 a 6 semanas, con cierta flexibilidad) para adaptarse al ritmo de cada niño.

Desafíos comunes y cómo superarlos

Ansiedad por separación y llanto

Es perfectamente normal que tu hijo llore o no quiera separarse de ti durante los primeros días.

  • Mantén la calma: Tu tranquilidad se transmitirá a tu hijo.

  • Consuélalo brevemente con firmeza: Muéstrale comprensión, pero hazle saber que confías en el proceso y que pronto regresarás.

  • Confía en los profesionales: Los cuidadores están capacitados para apoyar y distraer al niño después de la separación. La ansiedad suele disminuir una vez que el niño se concentra en el juego.

Cambios en el comportamiento

  • Algunos niños pueden volverse más dependientes, dormir mal o llorar con frecuencia durante el período de adaptación.

  • Interpreta esto como parte de su proceso de adaptación: Es una señal de que el niño está procesando las nuevas impresiones y desafíos. Durante este tiempo, bríndale mucha paz, cercanía y paciencia en casa.

  • Considera esto como una forma de procesamiento: Más rutinas: Mantén las rutinas nocturnas y de la hora de dormir en casa de forma consistente para brindarle a tu hijo una sensación de seguridad.

Enfermedades

Es posible que los niños se enfermen con mayor frecuencia durante los primeros meses en la guardería, ya que entran en contacto con muchos gérmenes nuevos.

  • Entrenamiento del sistema inmunitario: Esto es normal y fortalece el sistema inmunitario a largo plazo. Prepárese para que su hijo/a pase más tiempo en casa durante los primeros meses.

  • Sea considerado/a: Nunca envíe a su hijo/a enfermo/a a la guardería para proteger a los demás niños y al personal.

Conclusión

La adaptación a la guardería es un proceso profundo e importante que requiere paciencia, comprensión y comunicación abierta. Como padres, deben saber que es perfectamente normal que su hijo/a necesite tiempo para adaptarse.

Con su apoyo incondicional, una comunicación cercana y de confianza con los cuidadores y la comprensión de las necesidades individuales de su hijo/a, esta fase de transición será exitosa y sentará las bases para una experiencia feliz y enriquecedora en la guardería.